miércoles, 4 de noviembre de 2009


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El verbo.
Es la parte de la oración que posee más morfemas, aunque estos se presenten en muchos casos amalgamados, es decir, unidos. Es lo frecuente en los casos de persona - número y tiempo - modo. Además de estos morfemas ya señalados, el verbo posee los morfemas de aspecto y voz.
1. Base significativa.
El verbo expresa los "accidentes" que le ocurren al sujeto. Es la forma que tenemos de contemplar la realidad con respecto al tiempo. De otra forma. podríamos decir que el verbo expresa acciones, procesos o estados respecto a un sujeto, situándolas siempre en el tiempo.
Según su forma de significar, distinguimos en español dos tipos de verbos: atributivos y predicativos. Esta división tiene importantes consecuencias sintácticas.
1.1. Verbos atributivos o copulativos.
Son aquellos que no poseen un significado semántico pleno. Necesitan de un atributo para significar. El verbo sirve de cópula o unión entre el sujeto y el atributo. El significado no radica en el verbo, sino en el atributo.
Los verbos atributivos puros son ser y estar. Además pueden añadirse otros, aunque su significado léxico es algo mayor: parecer, resultar, volverse, hallarse, llegar a ser, etc.
No es del todo cierto que sean verbos vacíos de significado, al menos en castellano. Sólo el hecho de tener dos verbos copulativos indicaría todo lo contrario, frente a otras lenguas romances, que sólo presentan uno. Se han tratado de establecer varias distinciones entre ser/estar, especialmente lo permanente frente a lo transitorio.
La diferencia en el uso de ser y estar como verbos atributivos radica más en la forma en que contemplamos la "acción" expresada en la oración. Cuando contemplamos lo que enunciamos como el resultado de un proceso, utilizamos estar: Ej: Juan está calvo. El agua de la piscina estaba muy fría.
Cuando contemplamos el hecho enunciado sin tener en cuenta que ha habido un proceso, ( aunque el proceso haya existido, nosotros no lo tenemos en cuenta ) utilizamos entonces ser: Juan es calvo. El agua del Atlántico era fría.
1.2. Verbos predicativos. Son aquellos que poseen un significado pleno. Predican, dicen algo del sujeto. Ej: Correr, nadar, tener, comer, dormir, vivir, etc.
Los verbos predicativos pueden dividirse en transitivos e intransitivos:

Transitivos son aquellos con significación léxica, pero no poseen un significado completo, sino que éste es susceptible de ser completado por un complemento ( CD ). El significado "pasa" del verbo al complemento directo. Ej: tener.
Sin embargo, esta clasificación debe atender más a criterios sintácticos que significativos. Si bien es cierto que algunos verbos transitivos necesitan obligatoriamente un CD, otros pueden o no necesitarlo según cuál sea el onterés del hablante en explicitarlo o no. Ej:- ¿ Qué haces? / - Estudio /- Estudio la transitividad de los verbos. Sólo la segunda respuesta presenta una estructura predicativa transitiva, mientras que la primera es intransitiva.
Intransitivos son aquellos verbos que poseen un significado completo y no necesitan la presencia de tal complemento. Ej: dormir.
De igual forma que los anteriores, el hablante puede tener la necesidad de explicitar un CD, incluso en estos casos: Ej: Dormía plácidamente/ Durmió el sueño definitivo. La primera oración es una estructura predicativa intransitiva, la seguna sería transitiva.
Ser y estar pueden ser también verbos predicativos, si tienen un significado predicativo.
- Estar significa `situación en el tiempo o en el espacio'. Ej: Los alumnos siempre están en los pasillos, y no en clase, como es su obligación.
- Ser significa `ocurrir', `suceder', `acontecer', `pasar'. Ej: El accidente fue en mayo del año pasado y ya ha sido olvidado.
Hay verbos predicativos que en determinadas construcciones pierden su significado o parte de su significado, hasta convertirse en verbos copulativos. Se pueden establecer varios grados de predicación.
Juan anda por la calle (Uso predicativo)
Juan anda preocupado por la calle.
Juan anda preocupado
Juan anda preocupado por los exámenes. (Uso atributivo)


2. Morfemas del verbo.
El verbo posee los siguientes morfemas: persona, número, tiempo, aspecto, modo y voz. No todos son característicos suyo, pues comparte la persona con el pronombre, y el número con los sustantivos y pronombres. El resto de los morfemas son propiamente verbales.
2.1. El tiempo.
El verbo es la parte de la oración que más expresa el tiempo. Existen, lingüísticamente, tres tiempos: pretérito o pasado, presente y futuro. Ahora bien, para estudiar estos tres tiempos verbales, debemos considerar que el tiempo, como concepto, es algo absolutamente relativo; depende de la forma en que los hablantes viven esa idea vaga que entendemos por tiempo.

El pasado es, en realidad, el único tiempo que existe, el único del que podemos hablar con seguridad, puesto que ya ha sido vivido. De hecho, hay muchos más tiempos verbales referidos al pasado que al presente o al futuro.
El presente no existe como tal tiempo. En cuanto que no se ha cumplido es futuro; en cuanto se cumple pasa a ser pretérito. Por ello, hay que tener en cuenta que se vive de forma distinta según los hablantes. El presente lingüístico puede tener una duración momentánea o puede abarcar todo nuestro siglo. Ej: Ahora hace mucho frío. Hoy hace mucho frío. Estamos ahora a plena luz del día. Estamos en el siglo XX.
El futuro es el tiempo más incierto. Por ello también es el menos utilizado. En muchos casos se sustituye por otros tiempos que expresan mayor certeza.

2.2. El modo.
El modo expresa la intención del hablante al comunicar una acción.

Modo indicativo.
El hablante puede contemplar la acción de una forma objetiva, real, pensando que el hecho ha sucedido, sucede o sucederá. Entonces estamos ante el modo indicativo. Ej: Detrás de los cristales llueve. Hoy ha llovido muchísimo. Mañana lloverá mucho sobre la zona centro.
Modo subjuntivo.
Pero también puede el hablante expresar su subjetividad sobre la acción del verbo. En este caso, se expresan las acciones como posibles, dudosas, irreales, etc. Es el modo subjuntivo. Por ello, las diferencias temporales en el subjuntivo se borran y aparecen menos claras que en el modo indicativo. Además el subjuntivo depende en muchos casos de que el verbo esté o no subordinado a otro.Ej: ¡Ojalá llueva hoy!. ¡Ojalá llueva mañana!. Si nevara mañana, no vendría al instituto.
Modo imperativo.
Trataremos en este apartado el imperativo, aunque no está claro que sea un modo de contemplar la realidad. Posee unas peculiaridades que lo distinguen de los otros modos:
• Sólo posee una persona, la segunda. ( En singular y plural )
• No se puede utilizar con negación. Hay que recurrir a otras formas verbales para expresar el mandato negativo en español.Ej: Cerrad la ventana / * No cerrad la ventana/ No cerréis la ventana
• Sólo cumple la función conativa o apelativa de la lengua.
Por todo ello, es un elemento verbal extraño, de una eficacia expresiva grande.
2.3. El aspecto.
El aspecto expresa el tiempo interno de la acción. El verbo español, independientemente de que sea pasado, presente o futuro, puede expresar la forma en que se desarrolla la acción verbal, atendiendo a su terminación. Es decir, que además de decirnos en el tiempo que está, nos indica si la acción ha terminado o no. Hay dos aspectos en español:
Aspecto imperfectivo: Se indica la acción sin su término. Esto no quiere decir que la acción se esté produciendo , sino que no se expresa si esa acción está acabada, se está produciendo, se ha producido o se va a producir en un futuro. E: Los chicos juegan al fútbol en el patio. Los chicos jugaban al fútbol en el patio. Los chicos jugarán al fútbol en el patio.
Todas las formas simples, salvo el Pretérito Indefinido o Pretérito Perfecto Simple, tienen aspecto imperfectivo. Por ello, en muchos casos se añade el adjetivo imperfecto, que debiéramos utilizar en todos los tiempos simples.
Aspecto perfectivo: Sí indican el término de la acción. Ej: Los chicos jugaron al fútbol en el patio. Los chicos han jugado al fútbol en el patio. A estas horas, los chicos habrán jugado al fútbol en el patio.
Todas las formas compuestas, más el Pretérito Indefinido o Pretérito Perfecto Simple, tienen aspecto perfectivo. Por ello, se les añade el adjetivo perfecto en su denominación.

2.4. La voz.
La voz expresa la forma que tiene el sujeto de participar en la acción del verbo. En español hay dos voces, activa o pasiva, si bien la pasiva se usa muy poco en su forma pura.
Voz activa: Es la más usual. El sujeto realiza la acción del verbo. Decimos que es el agente de la acción verbal.Ej: El cartero entrega la correspondencia. José ama a Juanita con todo su corazón.
Voz pasiva: El sujeto no realiza, sino que recibe la acción expresada por el verbo. Por ello, el sujeto es paciente; el agente es otro y puede estar o no expresado. Ej: La correspondencia es entregada por el cartero. Juanita es amada con pasión.
Hay varias formas de expresar la voz pasiva en castellano.
Se suele llamar pasiva pura a la construcción sintáctica que se forma con el verbo en voz pasiva (auxiliar ser + el participio correspondiente) con la expresión del Complemento Agente (CAg.). Ej: La correspondencia es entregada por el cartero.
Segunda de pasiva es aquella construcción que presenta el verbo en voz pasiva, sin la expresión del CAg. Ej:uanita es amada con pasión
Sin embargo la construcción más utilizada ( y la crea mayores problemas ) es la llamada pasiva refleja: se forma con un verbo en forma activa más la partícula se. Se llama pasiva porque su significado sigue siendo pasivo; y refleja porque la partícula se está emparentada originariamente con el pronombre reflexivo se. Ej: Se entrega la correspondencia = La correspondencia es entregada.
2.5. La persona y el número.
No son dos morfemas característicos del verbo. Dependen del sujeto, que impone el número y la persona al verbo. Por ello decimos que el sujeto y el verbo concuerdan en número y persona. Recordamos que sólo hay tres personas:
• Primera: el que habla.
• Segunda: el que escucha.
• Tercera: aquel/la o aquello de lo que se habla.
Advertimos que los sustantivos, al ser siempre elementos de los que se hablan, serán siempre tercera persona. La concordancia en número y persona es el elemento más importante para establecer cuál es el sujeto de una oración.


2.6. Las formas no personales del verbo.
Como acabamos de señalar, la persona y el número no son morfemas característicos del verbo. Por ello hay formas verbales que no expresan persona ni número. Las formas no personales del verbo son el infinitivo, el gerundio y el participio. Se caracterizan porque pueden funcionar siempre como verbos; además están emparentados con otras clases de palabras:

• El infinitivo se relaciona con el sustantivo.
• El gerundio se relaciona con el adverbio.
• El infinitivo se relaciona con el adjetivo.
Las formas no personales sí expresan tiempo y, en parte, voz. El infinitivo tiende al futuro; el gerundio, al presente; el participio, al pasado. Los dos primeros pueden conjugarse eb activa y pasiva, no así el participio, cuyas formas son pasivas. Todos ellos son muy importantes en la formación de las perífrasis verbales.


2.7. Las perífrasis verbales.
A veces, ni el aspecto ni el modo del verbo nos sirve para expresar todos los posibles aspectos o modos de las realidad. Para ello se utilizan las perífrasis verbales. Están formadas por un verbo auxiliar en forma personal seguido directamente o por medio de alguna partícula de un infinitivo, un gerundio o un participio.
El verbo en forma personal sirve de auxiliar, pues pierde parcial o totalmente su significación, pues el verdadero significado radica en la forma no personal que caracteriza a las perífrasis. De esta forma podemos distinguir una perífrasis de lo que no lo es.
Existen dos tipos de perífrasis:

Perífrasis modales
Expresan las diversas actitudes del hablante ante la acción verbal. Las más usuales son:
De obligación:
•Haber de + infinitivo
•Haber que + infinitivo
•Tener que + infinitivo
•Deber + infinitivo
De duda, probabilidad o inseguridad:
•Deber de + infinitivo
•Venir a + infinitivo
Perífrasis aspectuales. Expresan la forma en que se desarrolla la acción. Veamos las más usuales:
Aspecto incoativo: se expresa la acción en el momento de empezar o a punto de empezar:
•Ir a + infinitivo
•Pasar a + infinitivo
•Echarse a + infinitivo
•Ponerse a + infinitivo
Aspecto durativo: la acción se está desarrollando
•Seguir + gerundio
•Estar + gerundio
•Andar + gerundio
Aspecto resultativo:
•Llevar + participio
•Dejar + participio.
3. Funciones del verbo.
El verbo es siempre el núcleo sintáctico del predicado, ya sea en el predicado nominal o verbal. No se comportan de igual forma, puesto que no tienen los mismos valores significativos, pero tienen la misma función.

Funciones de las formas no personales.

Dentro de las perífrasis verbales, aportan el valor significativo, puesto que los morfemas verbales vienen marcados por el verbo auxiliar en forma personal. Sintácticamente, forman un bloque con el auxiliar, constituyéndose en el núcleo sintáctico del predicado.
Por su doble valor pueden funcionar como sustantivos, adjetivos o adverbios, con sus mismas características. En estos casos no pierden su valor verbal, y pueden llevar los complementos propios del verbo, con lo que equivalen a las siguientes.

Como verbos que son, pueden formar proposiciones subordinadas que desempeñan funciones de diverso tipo dentro de las oraciones compuestas. Su sujeto es el mismo que el de la proposición principal. Reciben el nombre de construcciones concertadas. Ej: Salió de la habitación dando un portazo.

En cláusulas absolutas, con un sujeto lógico propio. Estas cláusulas vienen marcadas además por una entonación propia, que en la escritura se refleja con pausas. Ej: Al acabar la clase, salieron en manada/ Acabada la clase, salieron en tropel./ Acabando la clase, saldrán sin ningún orden.